Quedan dos etapas para llegar a Santiago de Compostela y que Jon Karla logre el cometido que se planteó mucho antes del 7 de marzo: dar visibilidad a la Asociación, recaudar fondos y llevar a cabo una aventura de superación personal. Él sigue caminando hacia su objetivo y ya vela armas en Arzua a la espera de acometer las dos últimas etapas. Y Atece Araba camina con él. 33 personas de la Asociación nos desplazamos ayer miércoles al Balneario de Cuntis, donde esperaremos hasta que el sábado nos acerquemos a la Plaza del Obradoiro a recibir a Jon Karla y su escudero Jorge. Hoy jueves hemos conocido el pueblo, que es tranquilo y agradable, e incluso hay quien se ha animado a visitar a Pontevedra. Por la tarde hemos tomado el balneario, y nos hemos dedicado a disfrutar de él. Apoyándonos unos a otros, hemos disfrutado de lo lindo en una experiencia de esas que podemos calificar de inolvidable. Dedicaremos la jornada de mañana viernes a seguir disfrutando y el sábado lo haremos, más todavía si cabe, pero esta vez con Jon Karla, que como viene siendo habitual, nos ha contado su día a día de peregrino. Su peregrinaje es el nuestro.
Etapa 102 TRIACASTELA-SARRIA (18,3KM), 17 junio
“La etapa de hoy no es muy complicada y, además, tiene pocos kilómetros. Es un lujo llegar a Sarria, que es un pueblo bonito y con todos los servicios. Este es un lugar desde el que arrancan muchos peregrinos y peregrinas porque si haces los kilómetros que hay desde aquí hasta Santiago te dan la Compostelana. Sabiendo esto hemos preferido alejarnos de las aglomeraciones y hemos comido en un restaurante que frecuenta la gente del pueblo a las afueras y charlotear con ellos. Esos momentos son de los que nos gustan. Otra experiencia más a la buchaca”
Etapa 103 SARRIA-PORTOMARÍN (22,4KM), 18 junio
“Hay unas subiditas un poco jodidillas, pero nada que no esperáramos. Todo lo que sube, baja. Estamos a 350 metros de altitud, pero por la parte más alta deberemos estar sobre los 700 y bastante desnivel. Para no estropear la tradición que tienen en Galicia de lluvia ha empezado a llover a primera hora de la mañana. Hemos parado a almorzar en un momento que llovía bastante y un buen bocata nos ha servido para coger fuerzas y llegar a Portomarín. Nos hemos alojado en un albergue que ya llevo muchos años viniendo: el Folgueira, que está justo encima de lo que es el embalse que se hizo aquí. Es grande, es cómodo y limpio. Tenemos aquí un grupo muy grande de chavales estudiantes de unos 14 años, que tienen aquí montada una jauría… Pero bueno esto es parte del folklore del camino… Los paisajes de esta zona a mí me encantan, con mucho castaño y roble, ganaderías, zonas verdes…. Me encanta!”
Etapa 104 PORTOMARÍN-PALAS DE REI (25KM), 19 junio
“Es una etapa rompepiernas: los primeros kilómetros son todo un poquito de subida, luego hay unas bajadas, luego vuelve a subir y luego ya, hacia Palas del Rey, es todo una bajadita. La mañana estaba triste, muy encapotado y cubierto y hemos aprovechado hacia el kilómetro 8 para parar a desayunar. Con la tripa llena hemos tirado para delante y a kilómetro y medio aproximadamente de Palas del Rey hemos parado en una cafetería porque la verdad es que estábamos los dos bastante cansados y agotados. Hemos parado a descansar un poquito y a tomarnos una cervecita porque veníamos bien de tiempo. Cuando íbamos a salir hemos visto que había empezado a llover, hemos preparado la mochila y todo para cubrirnos y justo cuando hemos salido ya había parado. En Palas del Rey estamos en el albergue San Marcos, que está muy bien y ya lo conocíamos y tiene cerca un bar del pueblo toda la vida donde están los del pueblo. Cuando hemos llegado estaban unos con un acordeón y otro con una guitarra cantando canciones típicas gallegas y otro tipo de canciones populares y como a nosotros esas cosas nos pierden allí que nos hemos unido. Es un bar donde típico donde te sacan algo para picar embutido, queso, empanada y allí nos hemos liado con la gente. Hemos pasado un rato muy agradable”
Etapa 105 PALAS DE REI-ARZUA (28,8KM), 20 junio
“Esta etapa, más allá de si es dura o no, de si tiene subidas y bajadas, hemos decidido tomárnosla de disfrute, de no importarnos el tiempo, de no mirar el reloj y saborearla. En Melide, como hacemos siempre, hemos parado a comer su pulpo. Quien pase por este pueblo y no pare a comerlo en el Ezequiel no ha cumplido con uno de los rituales del camino. La verdad es que llegar hasta Arzua luego se ha hecho duro porque el cuerpo pedía quedarse quieto disfrutando pero… Ya en nuestro destino nos hemos alojado en el albergue Ultreia y hasta allí han llegado Agurtzane y Leti, que nos acompañarán los dos últimos días. Mañana llegará más gente y el sábado viviremos un momento especial con mucha más gente. No vamos a negarlo: estamos nerviosos”